Quiero dos días libres...

Ayer trabajando todo el día sin poder parar ni para comer y si eso fuera poco mi semana comenzo el lunes pasado y aún no ha terminado y no lo hará hasta el domingo, ole 15 días seguidos... Sí, lo sé, eso va contra la ley, pero a mí nadie me sustituye! Y encima tener que andar soportando las largas de los cargos públicos... Si no fuese porque esta semana me estan dando regalos por todas partes; en mi compra hecha mientras trabajo llevo, dos lecuchas y tres cebollas junto con dos botellas de vino rosado... ¿Quién da más?

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Día pensativo, de estar en babia, esperemos sacar algo en claro y dejar de estar en blanco.

Sigue habiendo gente hospitalaria

Hace unos meses nos mudamos a vivir a un pueblo que rondará los 400 habitantes. Nuestra llegada fue algo novedoso para los vecinos veteranos dentro de su rutina diaria. Ver las persianas de la casa que se suben y se bajan, coches aparcados en la puerta o que alguien sale de la puerta del número 10 genero más de una conversación, seguro. Poco a poco nos hemos ido dejando ver por las calles del pueblo y del pueblo vecino que solamente lo separa una carreterilla. Conocimos a nuestro vecino de al lado y gracias a quien nos entrega el correo conocimos a otros dos vecinos, también visitamos la panadería, el bar, la sociedad e incluso la tienda ultramarinos y ya empezamos a ser dos caras conocidas. Para muchos somos otros dos nuevos vecinos que han llegado hace poco, pero, en este pueblo todos demuestran ser hospitalarios. Todo el mundo se saluda entre sí, se da los buenos días y el trato con los vecinos de cerca no puede ser mejor. El vecino que conocimos por las cartas nos regala lechugas que acaba de recoger de su huerto de vez en cuando y nos anima a salir a jugar al frontenis. Y ayer recopile otra anécdota para contar. Volví en autobús desde mi puesto de trabajo al pueblo y en el camino conocí a una nueva vecina veterana. Además de mostrar el típico interés de quien soy, de donde vengo, donde vivo y que hago aquí, me intentó buscar cuadrilla en el pueblo, incluso hasta un novio de la hermandad para salir de fiesta el viernes que es San Isidro y al final me dijo donde vivia por si necesitaba cualquier cosa. Graciosa batallita para contar en el futuro. Yo creía que gente así ya no quedaba, pero, ayer volví a ver que sigue habiendo gente hospitalaria y que se preocupa por conocer a sus vecinos.

Patitos de feria

Hay gente a la que le gusta contar con nuestra presencia, la de los periodistas, en el momento que deciden inaugurar algo, celebrar algún acto etc. Generalmente solo nos quieren allí presentes para que les saquemos una foto en la que se les vea bien favorecidos y de ese modo mejor su imagen respecto a los vecin@s sobre los que gobiernan o ejercen su cargo público. Pocas veces el único fin de estos actos es informar sin ningún otro tipo de propósito.

Hay días en los que llegamos a esos actos y nos tratan con educación y nos reciben con cierta confianza, pero, en otras ocasiones aunque su principal objetivo es que estemos allí presentes y para ello nos han convocado previamente, nuestra presencia les incomoda y nos tratan como si no estuviésemos presentes y es más hasta nos echan del lugar cuando nos han llamado a acudir.

Cuando te convocan a un acto y además resulta que es a última hora de la tarde lo que menos nos gusta es que nos hagan esperar, por las prisas de tener que volver a la redacción, redactar la noticia y mandar el texto antes del cierre de edición. Pues, hay días en los que te hacen esperar, se las dan de interesantes, se retrasan media hora y además retrasan el acto principal, dificultando nuestro trabajo.

Por ello, por el mal trato dado a los medios de comunicación por esos que nos intentaron quitar del medio y luego nos quisieron buscar para la foto oficial, utilizamos nuestro poder. Se quedaron sin su foto y salieron los que dan el callo, la gente corriente que se gana el pan de cada día con su trabajo y no con sus poses ante los medios.

Como bien dijo Jon Sistiaga, "los periodistas somos patitos de feria".

El día del Pa...Lo

Mañana es el día de Patxi López, el día del Pa...Lo confirmado.

Tras dos meses y 4 días de espera desde que el pasado 1 de marzo se celebrasen las elecciones en la Comunidad Autónoma Vasca mañana Patxi López será investido como lehendakari, será su gran día y el de Basagoiti que seguramente lo celebrará más que el primero. Ha pasado mucho tiempo desde que el PSOE no ganó las elecciones y se alió con el PP (si su fiel enemigo en todos los sitios, menos en el norte) para quitar del medio a un lehendakari vasco. No hay más que hablar, está todo más que dicho, repetido, masticado, comido y mal digerido. Mañana cambiarán muchas cosas, por supuesto, que ninguna para mejor.

Olvidemosnos de ver la ETB, de que todos los colegios publicos sean solamente del modelo D, de que nos atienda la administración en nuestra propia lengua, de que tener el EGA nos ayude en una oposición y un largo etc....

Yo aún espero que alguien nos de un susto, que no sea verdad el pacto alcanzado entre los dos grandes enemigos... Pero, creo que solo queda esperar un mínimo de cuatro años para despertar de la pesadilla.