Algunos esperan a los san fermines, otros a carnavales, nosotros esperamos a San Telmo. Y ya ha llegado el día, no del santo, pero si de ponerse la blusa azúl, vestirse de arrantzale, eso sí aún sin el pañuelo y salir a la calle a celebrarlo. Días de no parar por casa, de dormir poco, de cantar, de saltar con la tamborrada, de cenar al aire libre si el tiempo lo permite, de salir, de estar, de agobiarse en los bares...
Por fin han llegado, este año por adelantado, suelen llegar junto con la semana santa y al adelantarse todo también se nos adelantan las fiestas. Esta tarde volvere a mi tierra y a disfrutar, a desconectar y a olvidarse de todo por unos días.