Pero, los pájaros también pierden su encanto.
Muchas veces no me queda otra que aparcar el coche fuera del garaje, la oficina no nos presta garajes o cuando voy a un pueblo tampoco tengo derecho a plaza de aparcamiento cubierta. Mi coche suele reposar tranquilo debajo de arboles, de fachadas o cercano a alguna acera. Yo suelo creer que se queda solo, pero, no suele tardar en recibir visitas.
Cuando vuelvo a recogerlo me encuentro más de un regalo, sea en la luna trasera, en la delantera, incluso cerca del mango de la puerta. Si, los pájaros me dejan sus regalos encima, esas queridas cagadas que no son nada agradables a la vista. No hay día que no tenga alguna que otra, y claro, ahora que dicen que hay sequia tampoco quiero andar lavando el coche y gastando agua, y euros todos los días. Total, ¿para que? si al dia siguiente le van a volver a caer...
Mucho se queja la gente de las cagadas de los perros, pero a los pájaros porque no les ponen bolsitas colgando de sus patitas, quizás podían delimitar zonas de "esparcimiento de pajáros". Para el que no lo sepa, las caninas ya existen.